El presidente norteamericano Wilson propone el establecimiento de una asamblea en la cual
puedan participar todos los estados del mundo.
Así nace la Sociedad de Naciones (SDN) en la Conferencia de París de 1919. Su objetivo es
garantizar la paz internacional, así como fomentar la cooperación y el desarrollo social y
cultural.
Respeta la independencia política y la integridad territorial de los países miembros. En caso de
conflicto entre los estados, las diferencias se solventarán de forma pacífica, acogiéndose al
derecho internacional. Sin embargo, carece de una fuerza militar con la que hacer cumplir
posibles sanciones.
La sede de la SDN se ha establecido en Ginebra (Suiza). Se han integrado 45 estados que
constituyen la Asamblea General y que está facultada para admitir nuevos miembros o
expulsar a los que incumplan las normas.
También destaca el Consejo, compuesto por 4 miembros permanentes (Reino Unido, Francia,
Italia y Japón) y 4 temporales, cuyas reuniones se celebran cada dos años.
Su efectividad ha sido escasa debido a:
- La limitada capacidad para decidir los asuntos, ya que es necesario que los acuerdos se
tomen por unanimidad.
- La inexistencia de medios eficientes para hacer cumplir las resoluciones adoptadas.
- La falta de implicación de las potencias que la integraron
Su mayor éxito ha sido sacar adelante programas de cooperación económica y humanitaria.
Por otro lado, su principal fracaso ha sido no poder evitar el estallido de la II Guerra Mundial.
Se disuelve en 1946, transfiriendo su patrimonio y competencias a la ONU, da la que es su más
inmediato precedente.
Marta Pérez García
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